26/4/09

En - vuelve



Qué queda
del paso de una sombra sobre otra
la leve transparencia que se agita
y se disuelve luego
en la inminencia de lo oscuro
o de la luz,
qué se oye
detrás de la canción que acuna
si no es el agua
de algún cercano río
el agua
que viene y va en la fuente
como si ese fluir fuese infinito.
En el declive de la tarde
una mujer ordena
el universo, que es metáfora
de la casa que habita,
dobla con pulcra paciencia
la ropa que ha lavado
y que, tendida al sol
acariciara
la repentina violencia de la brisa.
Piensa
(o no),
-lo que se evoca no se instala
en el estrecho pasillo de la idea-
ve
una ciudad que nunca estuvo
debajo de sus pies,
y sin embargo.
Siente
que en esas cosas que ordena está el pasado
y
la voz de un hombre
-porque el que canta ahora está en la cuna-
un hombre
que ha pasado por ella
como pasa una sombra sobre otra
apenas agitada
en esa sola
-tan breve-
transparencia.