9/3/07

Anatomía




Hiende el filo de la hoja en carne helada
tumefacta masa gris que se ha inclinado
al designio paciente de la muerte,
esa obra perfecta que frena y retrograda la materia
ese soplo invertido al que todas las formas se someten.
Hunde y separa la carne ante sus ojos
deslumbrado por brillos, humedades.
La palidez cerosa de las vísceras
la trama rígida de músculos y venas
se derrama sobre el mármol de la mesa
y los humores fluyen, con aroma de peste.
Absoluta quietud, indiferencia
que el cabello y las uñas desafían
con su necia existencia separada.
La precisión del escalpelo aún se inquieta
ante los vientres huecos de las vírgenes
la indignidad del sexo de los viejos
o el páramo del ojo, cuando huye la mirada.
Leonardo toma notas, comprueba, clasifica
dibuja, imita, observa
la solidez del hueso, la perfecta mecánica
del curso de la sangre.
En los confines de la sombra siempre ha visto
mezclada, una porción de luz.
La belleza refracta, sobre un paño clarísimo
su verdad más oscura

No hay comentarios: